El ataque de los imperialistas yankees, contra el máximo dirigente militar de Irán en Irak, Teniente General Qasem Soleimani, supone un paso criminal de gran gravedad, en la lucha que enfrenta a los yankees con la República teocrática de Irán.
El fracaso total de la operación del tandem Obama/Clinton, contra la República Árabe de Siria, con la decisiva presencia de la superpotencia rusa y el apoyo directo de Irán, ha llevado a una huida hacia delante de los imperialistas norteamericanos. con un ataque de imprevisibles consecuencias.
La muerte de un contratista (mercenario) o agente de inteligencia yankee, en un ataque con cohetes contra una base militar en Kirkut, Irak, parece haber desatado una escalada. Son muchas las preguntas y muy pocas las respuestas. ¿Quien era este individuo? ¿Es, una simple escusa? ¿Quien disparo los cohetes?
Las grandes protestas que vive Irak, contra el régimen corrupto impuesto después de la invasión yankee, que respaldó la hegemonía chiita, dando al nuevo estado, un carácter confesional y de opresión a otras religiones o pueblos, ha entrado en crisis.
Algunos afirman que las protestas están orquestadas por los yankees y puede que sea así. Pero el disgusto de las masas populares y la ineficacia y corrupción de la administración iraquí, son hechos objetivos, no simples conspiraciones.
El estado iraquí esta fragmentado y dirigido por diversas milicias, casi toda de ellas confesionales o corruptas como las de kurdo Barzani. Las fuerzas comunistas y revolucionarias no tienen de momento fuerza para actuar de forma decisiva. Es en este escenario donde el asesinato del poderoso Qasem Soleimani va mas alla de su propio poder.
La respuesta, que seguro la habrá, puede desatar una guerra abierta entre las super-potencias o una interpuesta, de las potencias regionales, desde Libia a Afganistan.
En medio de este avispero el sátrapa turco pretende enviar tropas a Libia y claro esta con ellas la OTAN.
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